La producción de huevos comienza a disminuir cuando nos acercamos a los meses de otoño. Esta es una situación completamente normal y tiene que ver con una combinación de factores ambientales y biológicos. En este post, te explicamos las razones que hay detrás y te contamos qué hacemos desde Huevos Qovo para mantener a nuestras gallinas saludables durante esta temporada.
El factor principal por el que las gallinas ponen menos huevos en otoño es la disminución de las horas de luz natural. Las gallinas son muy sensibles a la cantidad de luz que reciben a lo largo del día y necesitan entre 14 y 16 horas de luz diaria para mantener un ciclo constante de puesta de huevos. Por eso, durante los meses de primavera y verano, cuando los días son más largos, las gallinas están en su máxima capacidad de producción.
En otoño, sin embargo, los días se acortan considerablemente, las gallinas reciben menos luz y reducen el ritmo de producción, ya que buscan épocas con clima más favorable para la reproducción y el crecimiento de los polluelos.
Otro factor clave que afecta a la producción de huevos en otoño es la muda de plumas. Esta es una fase natural en la que las gallinas renuevan su plumaje viejo por uno nuevo, y suele ocurrir una vez al año, coincidiendo muchas veces con la llegada del otoño.
Durante la muda, las gallinas redirigen la energía que normalmente usarían para producir huevos hacia la regeneración de plumas, lo que resulta en una menor cantidad de huevos o incluso una pausa total en la puesta. Este proceso puede durar varias semanas, dependiendo de la gallina, y es esencial para mantener su salud y bienestar, especialmente de cara al invierno.
El descenso de las temperaturas también juega un papel importante en la disminución de la producción de huevos. En otoño, el clima empieza a enfriarse y las gallinas necesitan más energía para mantener su temperatura corporal. Este aumento en las necesidades energéticas puede provocar que el cuerpo de la gallina desvíe recursos, que se usaban para la producción de huevos, para mantenerlas cálidas y saludables.
Aunque las gallinas son bastante resistentes al frío, los cambios bruscos de temperatura pueden afectar su bienestar y, por lo tanto, su capacidad de poner huevos con regularidad.
El otoño puede ser una época de cambios, no solo en la luz y la temperatura, sino también en el entorno general de la granja. A veces, las gallinas se enfrentan a situaciones de estrés debido a cambios en su alimentación, un mayor tiempo en el gallinero por las lluvias, o la presencia de nuevos depredadores que se acercan buscando comida. Estos factores de estrés pueden influir negativamente en su capacidad de poner huevos.
Si bien es normal que la producción de huevos disminuya en otoño, para ayudar a tus gallinas a sobrellevar esta temporada de la mejor manera posible en Huevos Qovo:
¡El bienestar de tus aves es la clave para una buena producción a largo plazo!